Martes
Seria el día que menos distancia recorreríamos pero sin duda uno de los más divertidos con sus curvas. Nuestra idea era pasar la noche siguiente en un pueblo pesquero llamado Fort Williams a las orillas del lago Linnhe. Bordeamos por el lado oeste el río Ness donde nos pilló parte de la tormenta. Para entrar en calor hicimos una pausa en una cafetería al lado de un centro de exhibición que como único cometido era la de intentar demostrar la existencia del monstruo del lago Ness.
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The Ultimate UK adveunture: De camino a Fort Williams
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The Ultimate UK adveunture: Islas en medio del lago Ness
A mitad del día llegamos a la bifurcación en donde si cogíamos el camino de la derecha nos llevaría hasta el castillo de Eilean Donan y luego hasta las Islas Skye. Nos paramos para pensar si podríamos llegar, que sabíamos que si, y si podríamos volver. Tras meditarlo y con mucho pesar en nuestras cabezas al final cogimos el camino de la izquierda quedando grabado a hierro la idea de volver algún día.

Las montañas parecían curvas perfectas que no tenían fin y aunque el mal tiempo no dejaba tregua no nos impedía disfrutar de la ruta. Llegamos a Fort Williams antes del anochecer.
Miércoles
Nos levantamos con una capa de nieve encima de las motos. Lindsey, la dueña del airbnb, nos dijo que por suerte la carretera del puerto de montaña de Glencoe estaba abierta y podríamos cruzarla para salir de la zona de los Lagos y llegar hasta Stirling para comer. El día iba a ser muy largo y sólo con echar un vistazo al forecast nos iba a tocar jodido.

The Ultimate UK adveunture: Al pasar el puerto de Glencoe la ruta empeoró
Hacía frío pero era soportable, los guantes de invierno junto con los puños calefactables que le había instalado semanas antes, me ayudaban a sobrellevarlo. La pantalla de la moto estaba congelada y el suelo cubierto por el medio con nieve pero llegamos a Stirling en el tiempo que estimábamos. La cuidad se hizo conocida por ser el lugar en el que William Wallace derrotó a lo ingleses en la batalla del Puente de Stirling en el siglo XIII. Cuenta con un castillo en lo alto de una colina y a los bordes crece la ciudad con una torre en homenaje a la memoria de Wallace, el Wallace Memorial.
100 millas justas hasta la frontera en Carlisle nos quedaban para poder pasar la noche. Si hubiéramos sabido lo que nos íbamos a encontrar nos hubiéramos quedado a dormir en Stirling. Para poder llegar a tiempo salimos después de comer y en ese momento la tormenta de nieve descargó sobre nosotros su furia. En los hombros, rodillas y dedos se formaba hielo por el gua acumulada. La pantalla de la moto estaba cubierta por completo y cada 30 segundos tenia que quitar la nieve que se formaba en la pantalla del casco para evitar que se congelase. Los dedos de los pies me dolían, los de las manos ya ni los sentía ni con la ayuda de los puños calefactables a máxima potencia. La única manera de poder tener algo de calor era poner la mano sobre el motor de vez en cuando. 100 millas bajo las peores condiciones en las que cogí la moto (y el coche) hasta ahora. Hasta los pocos vehículos que se atrevieron a atravesar ese gélido infierno nos iban dando ánimos haciendo luces y alguna que otra foto para recordar con su gente de ver a esos dos intrépidos, pero también colgados, aventureros a lomos de sus monturas heladas. Todavía me duelen los dedos sólo con pensarlo. La ducha de agua caliente totalmente merecida terminó por consumir nuestra energía en el hostal de carretera de la frontera.
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The Ultimate UK adveunture: Pasando por Glencoe
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The Ultimate UK adveunture: La pista estaba helada y era peligroso
Jueves
Recuperamos fuerzas con una tortilla de champiñones, queso y tomate con café tostadas y zumo y preparamos las motos para continuar rumbo al sur. Como todavía estábamos muy al Norte y no íbamos bien de tiempo, optamos por bajar por la autovía hasta pasar Birmingham y su odisea de carreteras y atascos. Es normal que una ciudad que vive de la industria no motive la visita, y sumado a los atascos y el grisáceo día que teníamos encima no ayudó mucho a cambiar de idea. En las últimas millas del día las disfrutamos por una carretera hasta llegar a Ledbury. Un pequeño pueblo al suroeste de Worcester que invitaba a pasar la noche. Nuestra casera no contaba con ningún hospedaje y “amablemente” nos invitó a dar una vuelta de 2 horas por los alrededores hasta que pudiéramos entrar y tuviera tiempo para prepararlo todo.
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The Ultimate UK adveunture: Tierras rojas por el camino
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The Ultimate UK adveunture: En algunos momentos el tiempo daba tregua
El pueblo tenía 2 puntos de interés arquitectónico pero lo que llamaba la atención era el tipo de construcción rústica con fachadas de madera y adobe blanco. Después de cenar y con el equipo de moto aún encima y con las mismas capas para pasar la peor tormenta, volvimos a la casa para dormir.
Viernes

The Ultimate UK adveunture: Please. Wake up Sir!
A la mañana siguiente nos despertamos con el piqueteo de pavos reales en la ventana a modo del más cortés «Please, Wake Up Sir« y toques en la puerta con una voz que decía: Wake Up! The breakfast is done!! Tras un café lleno de posos y unas tostadas volvimos a la carretera. 150 millas quedaban solamente para llegar a Portsmouth y nuestra vía de escape de la isla. El tiempo era agradable y se mantenía soleado con alguna nube pasajera. quien nos hubiera dado este tiempo a mitad del viaje… Las millas se hacían solas de esta forma
Cerca de Amesbury se empezó a formar un atasco, nos quedaba un punto de interés por ver, el primero que dejamos del viaje y hoy era el día perfecto para verlo. Al fondo empezamos a divisar los monolitos de roca azul traídos desde las montañas de Preseli, cerca de Gales, hacía más de 4500 años. Estaba abarrotado de gente y el coste de llevarte en bus hasta los pies era de 22 libras y la distancia era una milla exacta. Estoy seguro se que lo habían hecho a propósito con esa distancia para que la mayoría de las personas optasen por hacer el recorrido en bus, nosotros… Andando

The Ultimate UK adveunture: Stonehenge
Eran enormes!! Stonehenge se mostraba en todo su esplendor. Se dice que se construyó por el solsticio de verano y es uno de los lugares con mayor energía del planeta. La disposición de las rocas en círculo con los dinteles de algunos que se mantenían intactos, te dejaba formar mentalmente como podría haber sido en su estado original y que tras los años se había ido deteriorando.
En ese momento ya podíamos decir que vimos todo lo que pudimos por el camino.
Llegamos a Porstmouth a la tarde y cansados de toda la aventura. Cada día costaba más pertrecharse la indumentaria y empezaba a tener agujetas al levantar los brazos. Sin deshacer las mochilas dormimos hasta las 6 de la mañana
Sábado
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The Ultimate UK adveunture: Circuito de Thruxton
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The Ultimate UK adveunture: Bellezas separadas al nacer
El ferry zarpaba temprano y duraba 28 horas hasta Santander. Ya habían pasado muchas horas y por la mente iban pasando diapositivas de todo el viaje: los nervios de la ida, la llegada a la lluvia, el frío polar, las montañas blancas de la tierra de los Lagos, ver a Nessy… A no! Esto no! Todos los momentos vividos se almacenarían en las neuronas del cerebro y por suerte en los bits de mi cámara de fotos.

The Ultimate UK adveunture: En el ferry dejando la aventura detrás
A través de la ventana del camarote se veía un cielo dorado mezclado con tonos azules. Estábamos contemplando uno de los mejores atardeceres que desde hacía tiempo no disfrutábamos y con ello supimos que era el final de esta odisea.
3500 kms nos separaban de aquel Miércoles de finales de Marzo y en casa revisando las fotos mi cerebro me recordaba: Joder que frío!!
Cada viaje que hago necesito escribirlo. Es una de las maneras que tengo para revivir de nuevo todo lo sucedido y preparar el siguiente con las mismas ganas desde el primero que hice.

The Ultimate UK adveunture: Recién llegado
COLABORADORES
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